domingo, 30 de diciembre de 2012

Premio a la paciencia

Este año, casi inconscientemente tomé una decisión: no hacer las  típicas compras “fuertes” para Navidad. En otras palabras, comprar todo y reventar la tarjeta. Obviamente que no fue una estrategia deliberada, dado que Navidad es EL momento del año para comprar mucho y sin culpas: Cómo vamos a dejar a la familia sin regalos?.. Pero las circunstancias de la vida llevaron a que no esté en Buenos Aires durante la nochebuena, y que mis compras navideñas se atrasaran... un poquito. Y debo decir, que fue una excelente opción.

Ayer de paseo por el Dot, y con la excusa de cambiar una gift card (uno de los mejores inventos del siglo XIX), recorrí un poco los locales del shopping. Siendo 100% sincera, no tenía intenciones de comprar nada... ni siquiera cuando me dijeron que muchos locales tenían un 20% de descuento con Club La Nación. Hay cosas que son irrisoriamente caras e imposibles de comprar, que ni siquiera un 20 resulta tentador. Hasta aquí, una decisión totalmente inteligente. 

Desarrollaba un comportamiento muy racional hasta que vi el cartel que indicaba 2x1 en la linda casa de ropa "Como quieres que te quiera"... Es una estrategia de venta que siempre funciona en mí, aún cuando muchas veces el 50% de descuento es más conveniente para nuestro bolsillo. La sensación de llevar una prenda “gratis” me encanta: a los 5 minutos ya tenía 7 cosas para probarme, y me tenía una cita con ellas en el probador. 

Nosotras solas sabemos el estrés que implica elegir dos cosas entre muchas... y no sólo eso, además al pagar la prenda más cara, la segunda tiene que tener un precio similar para justificar la inversión. No tiene sentido comprarse un saco divino de 500 pesos con una pollera de 200. Es por ello que, en ese mismo instante, el 2x1 se transformó en 4x2, y aparecieron también una camisita (hermosa, no tengo ninguna parecida) y otra de jeans (la vi en todas las revistas, no puedo no tenerla)... Cuando salí del local pensaba, “suicidio asegurado si hubiese comprado todo full price antes de las fiestas”. Listo, me saqué todas las culpas. 

Como se darán cuenta, los regalos pendientes de comprar eran los míos! Pero la verdad de la verdad, me merecía un premio por no abrir regalos en navidad... Lección para el próximo año: posponer la Navidad una semana y aprovechar los descuentos!

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