Muchos esperan el sábado para dormir hasta tarde, para disfrutar de un largo desayuno, para ir a jugar al fútbol o para sufrir viendo un partido de fútbol. Yo espero el sábado para ir de compras. Lo se, no es el mejor día para comprar dado que no fue negociado por los bancos para los descuentos. Pero… el placer que me provoca salir el sábado por la mañana de compras, ninguna Mastercard (mi gran compañera) lo puede comprar.
Hoy fui a un outlet de Jazmin Chebar con la ilusión de conseguir algo que no supere más del 20% de mi sueldo. Y quiero decirles que tuve éxito! El camino fue largo, miradas percha por percha, etiqueta por etiqueta hasta que lo encontré: un pantalón celeste divino a 45 pesos. Primera salvedad: es de verano, pero como esa estación inevitablemente va a llegar y voy a tener que vestirme, lo agarré para mí. Lo separé y seguí la búsqueda. Debo decirles que el camino fue difícil, con prendas básicas que claramente superaban el límite a gastar. Hasta en el fondo apareció, algo que no sabía que era pero me encantaba. No sabía si era strapples o mini, pero también lo separé para probarme.
Ya en el probador, después de decidir comprar el pantalón-talle dos-me queda grande, fui por descubrir que era la prenda talle cero. Como no pude lograr que sea stapples, decidí que fuese una mini muy ajustada. Y cuando digo muy, es muy. Pero el precio lo decidió por mi y aún sabiendo que si la usaba una vez en la vida iba a ser mucho, fui directo a la caja (la chica me preguntó, “llevas la mini también?”, y le respondí muy segura, si obvio! Conclusión, era una mini).
En esos segundos mientras la tarjeta pasaba, y me sentía con el pecho lleno de orgulloso de haber conseguido dos prendas por cien pesos en Jazmín, miraba una chica que se estaba probando un jeans de liquidación. El precio era realmente bajo, y ella estaba empecinada en que le quede bien. Quise hacer una obra de bien y decirle que realmente necesitaba mínimo dos talles más. Pero no pude. Su ilusión fue más fuerte, y además estaba cometiendo el mismo error. Dos conclusiones: soy talle uno y tengo que ir a cambiar la mini en la semana. Me pregunto, siempre compramos porque nos gusta y nos queda bien, o en este caso, para “ganarle” a Jazmin Chebar comprando algo que no supere los dos dígitos?
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